13 de septiembre de 2009

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Los primeros días de Septiembre, en el salón de honor de la casa central de la universidad de Chile, se realizó un seminario sobre el derecho al agua. El contexto global que hace años viene haciendo una llamado a la consciencia en el uso de los recursos naturales y la situación particular de nuestra legislación al respecto fueron los principales determinantes en el desarrollo de este seminario. El motivo del encuentro fue analizar medio centenar de conflictos por acceso al agua entre comunidades y empresas o entre sectores productivos a lo largo del territorio nacional; entre los cuales destacan los proyectos Pascua Lama (Barrick Gold), Pampa Hermosa (SQM), Alto Maipo (AES Gener), Mataquito (Celco), Hidroaysén, etc.. En él expusieron distintas personalidades, como Sara Larraín (Chile sustentable), Maude Barlow (Nobel Alternativo 2005 y asesora de la ONU para una Convención Internacional sobre el Agua) y Luis Infanti (Obispo de Aysén). La situación es crítica: el marco regulatorio de los derechos de aguas en nuestro país hace que una cantidad grotesca de éstos se encuentre cedida a empresas. El mercado dice competitividad, por ende, dado que las empresas son las ‘dueñas’ del agua en Chile (que en muchos casos son, además, empresas extranjeras), los demás chilenos debemos competir por el agua.

Específicamente hubo referencias a lo que respecta al caso de las represas en la región de Aysén, donde, gracias a la legislación chilena sobre derechos de aguas, las empresas que aún no tienen aprobado el estudio de impacto ambiental ya tienen asegurado el derecho de aprovechamiento de aguas. También se explicitaron cuestiones tan patéticas como empresas que piden más derechos de los que ocupen para que otras empresas no los aprovechen, dejando de paso a comunidades enteras sin posibilidad del acceder a este derecho esencial.

El código de aguas de 1981 ha dejado una serie de problemas, pues este derecho de aprovechamiento de aguas se ha materializado en aguas contaminadas que imposibilitan a las comunidades en su uso. Caso escandaloso fue el vertimiento de 13 mil litros de concentrado de cobre ocurrido el 1 de agosto en el río Choapa y que afectó directamente a casi 200 familias de la localidad de Panguesillo. “Según los datos habría 70 miligramos por litro, siendo que lo permitido es 0,2 mg/lit”, explicó el encargado de Fiscalizaciones de la Conama, Óscar Robledo. Lo mismo ocurrió con el fierro donde se encontraron 56 mg/lit cuando lo normal es 5 mg/lit y molibdeno con 0,94 mg/lit, cuando la norma explicita sólo 0,2 mg/lit.

Por William Farmer.

Link para ver las ponencias del seminario. Recomiendo especialmente las que son focalizadas (zona norte, centro, sur): http://www.derechoalagua.cl/ (ver link donde dice presentaciones y recursos)